David McNaughton
Hace unos años, intenté leer "Don Quijote de la Mancha", pero no me gustó. Todo me pareció disparatado.
Después, aprendí que en el año 2002 un grupo de cien escritores famosos de 54 países eligió ese libro como la mejor obra de ficción de todos los tiempos. "Don Quijote" sobrepasó los dramas de William Shakespeare, el "Fausto" del alemán Johann Goethe, y las novelas del ruso Fiodor Dostoievski. (En el segundo y el tercer lugar estaban dos libros franceses: "Madame Bovary" de Gustave Flaubert, seguido por "En busca del tiempo perdido" de Marcel Proust). Debo mencionar, además, que esa lista de votantes incluyó tres o cuatro galardonados con el Premio Nobel de Literatura.
Por eso, me pregunté por qué tantos eruditos habían destacado la obra maestra de Miguel de Cervantes Saavedra. ¿Cuales eran las razones de aquella elección? Evidentemente debe de existir en "Don Quijote" una profundidad que yo no puedo percibir. (No obstante, me consuela el hecho de que tampoco la mayoría de los españoles cultos del siglo XVII apreciaba este libro).
También varios escritores de otras épocas elogiaron a "Don Quijote". En particular, Miguel de Unamuno1 (de la Generación del 98) le calificó como 'el símbolo más alto del género humano'. Aún más temprano, Heinrich Heine2 (el poeta alemán famoso del siglo XIX) dijo que lloró mucho cuando leyó de las luchas y los contratiempos de aquel "Ingenioso Hidalgo".
Dostoievski3 describió
"Don Quijote" así:
'En todo el mundo no se encuentra ninguna obra literaria más
profunda, ningún libro de tanto impacto. Hasta ahora, es la última
y más grande expresión del pensamiento humano, la ironía
más amarga que se puede imaginar. Si el mundo se terminase, y alguien
nos preguntase "¿Entendieron ustedes su vida? - ¿y a
que conclusión han llegado?" - podríamos entregar en silencio
un ejemplar de "Don Quijote de la Mancha"'.
Diversos comentaristas literarios4 han dicho que Cervantes (con "Don Quijote") 'fue el inventor de la novela moderna', especialmente 'por su mezcla perfecta de la invención y la observación'. En el año 1742, el inglés Henry Fielding publicó "Las aventuras de José Andrews y Abraham Adams", y en la primera página escribió que su libro 'es a imitación de la manera de Cervantes'; el Párroco Adams era el Don Quijote en esta obra.
Sin duda, casi todos los personajes en "Don Quijote" son muy vivos y pintorescos. En concreto, su escudero Sancho Panza es imprescindible para crear un equilibrio entre la sensatez y la locura. Cervantes también insertó varios cuentos independientes en su narrativa principal, en particular "Cardenio y Luscinda" [I, 24, 27-28, 36] y "El Curioso Impertinente" [I, 33-35]. Habría sido bastante difícil de retratar adecuadamente a estas otras personalidades como parte de las aventuras del mismo Don Quijote. El personaje "Lotario" de este segundo cuento reapareció cien años más tarde en "La bella penitente" del escritor inglés Nicholas Rowe. Por eso, 'Lothario' se convirtió en una palabra en el idioma inglés que significa un 'seductor' o 'libertino'; es de destacar que no haya ninguna palabra parecida en español. Sin embargo, es verdad que este personaje inglés era más vil que el Lotario de "El Curioso Impertinente".
Por cierto, hay otra expresión en el idioma inglés derivada de "Don Quijote": es 'tilt at windmills', que se traduce literalmente como 'justar o arremeter contra los molinos de viento'. En inglés, es una expresión bastante difundida, lamentablemente utilizada con desprecio, que quiere decir 'luchar con una oposición imaginaria'. ¿También existe aquel refrán conciso en español (como una metáfora), por ejemplo 'justar con molinos'? Parece que no es muy común, por lo menos no aquí en la provincia de Almería - aunque el "Diccionario de la Real Academia" dice que 'molinos de viento' tiene un uso figurado de 'enemigos fantásticos o imaginarios'.
Pero ¿qué tipo de hombre sería Don
Quijote? (quien realmente se llamaba "Alonso Quijano") y ¿cómo
actuaría en el siglo XXI? En el capítulo 18 de la segunda
parte, Don Lorenzo le describe así:
'No le sacarán del borrador de su locura cuantos médicos
y buenos escribanos tiene el mundo: él es un entreverado loco, lleno
de lúcidos intervalos'. Sin duda, Don Quijote dio buen consejo
a Sancho Panza antes de que éste llegara a ser Gobernador de la
Ínsula Barataria [II, 42-43].
Yo creo que aquel Alonso Quijano sería un soldado
muy valiente en nuestro mundo actual. Creativo e ingenioso, nunca querría
rendirse. Por ejemplo, leamos sus palabras en este episodio - cuando su
lanza se rompe durante aquel famoso ataque contra una aspa de un molino
de viento:
'Yo me acuerdo haber leído que un caballero español
llamado Diego Pérez de Vargas, habiéndosele en una batalla
roto la espada, desgajó de una encina un pesado ramo o tronco, y
con él hizo tales cosas aquel día, y machacó tantos
moros ... Hete dicho esto porque de la primera encina o roble que se me
depare, pienso desgajar otro tronco ...' [I, 8]. En efecto,
un poco más tarde 'desgajó Don Quijote un ramo seco que
casi le podía servir de lanza, y puso en él el hierro que
quitó de la que se le había quebrado'.
Sin embargo, nuestro héroe era demasiado temerario: por lo tanto no se haría buen general de ningún ejercito.
De otra manera, puedo imaginarle como apasionado colaborador y partidario de los derechos humanos. Al mismo tiempo, Don Quijote podría ser explorador, por ejemplo un Ranulph Fiennes o un Wilfred Thesiger en Sudamérica.
Indudablemente, ese "Caballero de La Mancha" sería
un fiel marido. Su carta a Dulcinea (realmente Aldonza Lorenzo) la firmó
'Tuyo
hasta la muerte'
[I, 25]. Él acababa de describir
sus relaciones así a Sancho Panza:
'... mis amores y los suyos han sido siempre platónicos,
sin extenderse a más que a un honesto mirar. Y aun esto, tan de
cuando en cuando, que osaré jurar con verdad que en doce años
que ha que la quiero más que a lumbre destos ojos que han de comer
la tierra, no la he visto cuatro veces'.
Y con las palabras siguientes, él rehusó
la oferta de matrimonio de la hermosa Princesa Micomicona (Dorotea):
'... mientras que yo tuviere ocupada la memoria y cautiva la voluntad,
a aquella ... [Dulcinea], y no digo más, no es posible que
yo arrostre, ni por pienso, el casarme, aunque fuese con el ave fénix'
[I, 30]. Me pregunté si 'aunque fuese con el ave
fénix' significó 'ni siquiera después una reencarnación'.
Sin embargo, mi profesora explicó que él quiso decir 'ni
siquiera con una criatura maravillosa y estupenda'; (esta segunda acepción
no es muy común en inglés).
Y Don Quijote encontró unas expresiones muy poéticas
cuando rindió homenaje a una labradora, pensando que ella era su
Dulcinea:
'... no dejes de mirarme blanda y amorosamente, echando de ver en
esta sumisión y arrodillamiento que a tu contrahecha hermosura hago,
la humildad con que mi alma te adora' [II, 10]. Su matrimonio
habría salido muy bien - ¡con tal de que él se quedara
en casa!
En conclusión, ¿podemos proponer a Don Quijote como modelo a imitar, para los jovenes del siglo XXI? Por su perseverancia y su tenacidad, y también por su apoyo a la gente oprimida, sí, desde luego - pero sería difícil de sugerir más de eso. Ante todo, nuestro héroe Alonso Quijano era un 'quijote'. Es debido a él que esta palabra significa 'un idealista poco práctico', aunque es verdad que hay otras acepciones en español que quieren decir 'un hombre grave y muy serio', o 'una persona que defiende causas nobles y justas'. En efecto, una metáfora también existe en inglés - como adjetivo - pero en inglés, lamentablemente, lleva un sentido más severo, y se refiere a 'un soñador o un fantaseador'.
Tal vez la novela sirva como advertencia5:
!Puede ser peligroso leer demasiados libros que tratan de
sólo un asunto! ... tal como hizo nuestro Ingenioso Hidalgo,
antes de emprender su 'misión' de emular las hazañas de los
caballeros andantes de los siglos pasados. De hecho, hacia el final del
"Prólogo" de su narrativa, Cervantes nos pide: 'llevad la mira
puesta a derribar la máquina mal fundada destos caballerescos libros,
aborrecidos de tantos y alabados de muchos más'.
Podremos apreciar a nuestro héroe mejor después
de leer el último capítulo. Poco antes de morir, Don Quijote
se volvió cuerdo:
'Yo tengo juicio ya, libre y claro, sin las sombras caliginosas
de la ignorancia, que sobre él me pusieron mi amarga y continua
leyenda de los detestables libros de las caballerías'......'Ya conozco
mi necedad ...; ya, por misericordia de Dios, escarmentando en cabeza propia,
las abomino' [II, 74]. Aconsejó a su sobrina,
Antonia Quijana, casarse 'con hombre de quien primero se haya hecho
información que no sabe qué cosas sean libros de caballerías'.
Sin duda6, Don Quijote esperó que sus experiencias fuesen de valor para todo el mundo, y que ayudasen a otras personas a mirar la vida con buen sentido para entender su esencia.
David L. McNaughton .... http://dlmcn.com
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NOTAS
1. En su "Vida de Don Quijote y Sancho", 1905.
2. Einleitung ['Introducción'] zum "Der sinnreiche Junker Don Quixote von La Mancha" (Brodhagsche Buchhandlung, Stuttgart, Alemania, 1837; en alemán).
3. En su "Diario de un escritor", marzo 1876, capítulo II(1): "Don Carlos y Sir Watkin ..."
4. Artículo "Cervantes Saavedra" en "Chambers's Encyclopaedia", tomo III, pág. 241 (1973), por El Catedrático William J. Entwistle de Exeter College, Oxford, Inglaterra; (en inglés).
5. W. J. Entwistle, en el artículo citado en nota 4.
6. "Spain, the Rough Guide", pág. 160 (Londres, Inglaterra, 1999; en inglés).
Correo electrónico: DLMcN@yahoo.com